Generalmente no me atraen las comedias románticas, pero ésta la quería ver porque soy todo un fan de los años ochenta y quería? saber cómo planteaban el tema de una estrella de la década que intenta volver a la escena. En realidad es un fenómeno que se está dando especialmente en Inglaterra. Police, Duran Duran o A-ha son sólo? algunos de los que han vuelto del olvido para llenar pavellones con ? su música añeja y nuevos intentos de ‘hit’.
? En este sentido, lo mejor es el videoclip del grupo ochentero Pop! al principio del filme, del que era miembro nuestro protagonista, un Hugh Grant en sus registros de siempre. El video con la canción’Pop! Goes my heart’? es todo un paradigma de la música y la estética ochentera. Como contrapunto, está la parodia de la estrella actual tipo Shakira, más centrada en el baile, la sensualidad, la espiritualidad y la mezcla artificial de culturas que en contenido. De entre dos iconos de la frovolidad musical, la película toma claramente partido por la época del ‘New Wave’ y los ‘New Romantics’.
La historia tiene pocas sorpresas: sigue los cánones habituales de las comedias románticas y en mi opinión se queda demasiado corta en humor. A veces plantea los problemas personales de la pareja protagonista de forma inadecuadamente profunda, y no sé quién puede sentirse identificado con los problemas de ambos, tan lejanos del más común? de los mortales.
Tampoco tiene el filme más pretensiones.? Para entretenimiento muy ‘pop’: de usar y tirar.?