Lindsay Lohan estaba en boca de todos el lunes en Los Ángeles por lo que pasó en los juzgados cuando oyó su sentencia. Recordamos que la actriz estaba siendo procesada por conducir ebria al volante (otra vez). Y es que Lohan no se esperaba que la sentencia pudiera estar «entre rejas» hasta 90 días.
Por eso, al escuchar la resolución de la jueza, acude desesperada a su abogada no pudiéndoselo creer y se echa a llorar explicando que eso le perjudicará gravemente en su carrera.
Amigos cercanos a la actriz comentaron que la culpa de todo procedía de «haber contratado a una mala abogada».