En tiempos en los que está de moda (porque vende bien) el término Cine de Autor, Tarantino es de los realizadores que le hace honor. Escribe, produce, supervisa todos los procesos y eventualmente, actúa. Es un autor en todo el sentido de la palabra.
También es un director de culto, dueño de un estilo estético-visual único (hay quien lo cataloga de culto a la sangre). Otra de las características de algunas de sus películas, es el manejo no lineal de la temporalidad.
Amado por muchos, también con detractores. Pero, sobre todo, con mucho poder (y dinero) para hacer las películas que quiere y como quiere.
Hace unos años anunció que se retiraría al estrenar su décimo largometraje. Por el momento, ha estrenado ocho películas. Su noveno proyecto ya tiene tema: La Familia Manson, liderada por el tristemente célebre Charles Manson.
En una entrevista reciente, comentó que le gustaría dirigir una entrega de la saga Star Treck. ¿Será esa la última película de Tarantino?
Reservoir Dogs (1992)
La producción de ésta, la primera de las películas de Tarantino, es todo un hito dentro del cine independiente estadounidense. También es uno de los modelos más concretos del Sueño Americano.
Tarantino llevaba desde los 16 años trabajando en un club de videos en los Ángeles, después de abandonar los estudios. Allí, luego de ver mucho cine y de establecer debates con los clientes del local, produjo su primer cortometraje.
También escribiría el guion de esta película y junto con unos amigos, se aprestaba para rodarla de manera “artesanal”.
A través de la esposa de un amigo, el guion llegó a las manos de Harvey Keitel. El histrión no solo se postuló para asumir uno de los personajes, decidió también producir la película.
Con esto, el proyecto dejó de ser el sueño de unos amateurs y se convirtió en una cinta de verdad. El plan original consistía en 30.000 $ de presupuesto y rodar en 16 milímetros. El presupuesto final fue de 1,2 millones de dólares y se rodó en 35 milímetros.
Los personajes de esta historia representan los estereotipos clásicos de la filmografía “tarantiniana”. Individuos de moralidad dudosa, pero al mismo tiempo, con principios inquebrantables.
Pulp Fiction (1994)
Es la película icónica dentro de la filmografía de Tarantino. Influenció notablemente al cine desde su lanzamiento. Se convirtió en el primer gran éxito de taquilla para el director.
Con muchos elementos de comedia negra, llamó la atención del público inicialmente gracias a su variado elenco coral. Sobresalían nombres como el de Bruce Willis, Harvey Keitel, Tim Roth y Christopher Walken. También el de John Travolta, quien gracias a este trabajo recuperaría el prestigio que había perdido. Al mismo tiempo, Samuel L. Jackson y Uma Thurman le conseguirían sentido a sus carreras.
El guion, escrito bajo la estructura conocida como “El perro que se muerde la cola”, es materia obligada de estudio en las escuelas de cine de buena parte del mundo.
Jackie Brown (1997)
Probablemente sea la más atípica de las películas de Tarantino. Visualmente menos violenta, con una estructura narrativa clásica y una puesta en escena convencional. Los fanáticos más entusiastas del director la catalogan como una obra menor.
A pesar de esto, fue bien recibida por la crítica especializada y se convirtió en un nuevo éxito de taquilla.
Kill Bill: Volumen 1 (2003)
Para su enorme club de fanáticos, la espera de seis años por una película de Tarantino valió la pena.
El plan original era que Kill Bill fuese una sola película. Pero las más de cuatro horas que dejó el montaje final, llevaron a los productores a tomar la decisión de dividirla en dos “volúmenes”.
Es una mezcla de varios géneros: películas de artes marciales, de samuráis y western. Además, cuenta con elementos propios del cine de venganzas.
Fue el primer proyecto de Tarantino en rodarse con gran presupuesto: 55 millones de dólares. (88 millones de dólares si se suman las dos entregas).
Kill Bill: Volumen 2 (2004)
La segunda parte de la venganza de “La Novia”, terminaría de cimentar el prestigio del director.
Sus fanáticos más fieles celebraron la perfección de su estilo visual y narrativo. Los críticos especializados concluyeron en que éste era su trabajo más maduro.
Malditos bastardos (2009)
Conforme el tiempo ha ido avanzando, las películas de Tarantino se han hecho más ambiciosas (y más caras). Sin embargo, nunca se ha visto en la necesidad de hipotecar su libertad creativa.
Malditos bastardos es una historia ficticia, ambientada en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Con Brad Pitt al frente del reparto y los elementos propios de la filmografía “Tarantiniana”, superó los 300 millones de dólares en recaudación.
Django desencadenado (2012)
Desde Kil Bill, Tarantino venía coqueteando con el cine western. Con Django desencadenado le dio rienda suelta a esta inquietud y construyó una película propia del género.
Llena de los elementos típicos de las historias del viejo oeste, condimentada con el característico “culto a la sangre” del director.
Protagonizada por Jamie Fox, Christopher Waltz, Samuel L. Jackson y Leonardo DiCaprio. Con una recaudación que superó los 400 millones de dólares, es la película de Tarantino más taquillera, hasta el momento.
Los odiosos ocho (2015)
Al igual que Django desencadenado, se trata de un western ambientado en los años cercanos a la guerra de Secesión en Estados Unidos.
Por su premisa argumental (personajes víctimas de las circunstancias que terminan atrapados) recuerda a su ópera prima Reservoir dogs.
Destaca la música original compuesta por el octogenario Ennio Morricone. Tarantino, fanático confeso del spaguetti western y quien ha citado entre sus películas favoritas a El bueno, el malo y el feo (1964), reclutó al compositor italiano buscando recrear a las películas del género de los años 60.
Otras películas de Tarantino
Además de los ocho proyectos “oficiales”, Tarantino ha estado parcialmente involucrado en la dirección de otras películas. Estas son Four rooms(1995), Sin city (2005) y Grindhouse (2007).
Fuentes imágenes: El Monitor Geek / Retrokroker