La historia la escriben los vencedores. Este es un asunto que ya nadie parece discutir, aunque de vez en cuando haya excepciones. Y todo eso lo podemos apreciar en las películas de historia.
El arte en general y el cine en particular, suele confirmar esa regla. Y si hablamos de una industria tan dominante como la hollywoodense, no queda lugar a dudas.
Pero con Hollywood también tiene sitio la excepción, sobre todo si se revisan algunas películas ambientadas en la Guerra de Vietnam.
Pero nada de eso es tema a tratar en este artículo. De lo que se trata es de hacer un repaso por algunas buenas (otras no tanto) películas de historia. Teniendo claro, eso sí, que película objetiva no existe.
El Pianista, de Román Polanski (2002)
Basada en las memorias de Wladyslaw Szpliman, músico polaco de origen judío, sobreviviente del holocausto nazi.
Bajo el exquisito toque del polémico director polaco, es un recorrido en primera persona sobre las desdichas generadas por una guerra tan absurda como todas las guerras.
Oscar a la mejor dirección, actor (Adrien Brody) y guion adaptado.
JFK: caso abierto, de Oliver Stone (1991)
El asesinato del presidente John F. Kennedy, será siempre uno de los misterios más grandes dentro de la política mundial.
Dirigida por Oliver Stone, otro polémico realizador y a quien las tramas con presidentes representan su debilidad.
Si bien se trata de un documento histórico bastante cuestionado, su estreno sirvió para acrecentar las dudas en torno a las conclusiones oficiales del caso.
Juana La Loca, de Vicente Aranda, 2001
El cine español también se ha aventurado con repasos a algunos acontecimientos históricos. Revisiones que, como toda película “histórica”, narran versiones de ficción. Para ellas, sus realizadores se toman licencias creativas y no son nunca reproducciones exactas de los acontecimientos.
La historia de este relato se centra en parte del “reinado” de Juana I de Castilla y su tormentoso matrimonio con Felipe I de Castilla, el hermoso. Es uno de los acontecimientos más controvertidos alrededor de la monarquía española.
Ganadora de tres premios Goya, incluyendo mejor actriz para Pilar López de Ayala. Uno de los trabajos más celebrados dentro de la vasta filmografía de Vicente Aranda.
La lista de Schindler, de Steven Spielberg. (1993)
Basada en la novela El arca de Schindler, de Thomas Kennelly. Narra la historia del empresario alemán Oskar Schindler y de cómo logró salvar a 1100 judíos durante el holocausto.
Filmada en blanco y negro para, según palabras de su director, acrecentar la sensación de tristeza que rodea a la trama.
Ganadora de 7 premios Oscar, incluyendo a la Mejor Película. Para muchos, el mejor trabajo dentro de la extensa filmografía del realizador de Tiburón y Encuentro cercano del tercer tipo.
El patriota, de Ronald Emmerich. (2000)
Mel Gibson interpreta a Benjamin Martin, viudo y padre de siete hijos, un veterano de guerra que intenta sin éxito no involucrarse en otro conflicto bélico.
En líneas generales, la película no fue recibida con demasiado entusiasmo ni por la crítica ni por el público. Sin embargo, alcanzó para catapultar la carrera de Heath Ledger.
El acorazado Potemkin, de Serguéi M. Eisenstein (1925)
Además de basar su argumento en acontecimientos reales ocurridos en Odesa en 1905, El acorazado Potemkin es un documento histórico en sí mismo.
Considerada una de las mejores películas en la historia del Séptimo Arte, materia de estudio obligatoria para estudiantes de cine.
La pasión de Cristo, de Mel Gibson. (2004)
Una de las películas más controvertidas dentro de la historia del cine. Basada en La Pasión De Cristo del Nuevo Testamento, narra todo lo acontecido por Jesús de Nazaret desde La última cena, hasta su resurrección.
Visualmente, una obra con extrema violencia. En palabras de Mel Gibson, la meta principal de la película era “mostrar la magnitud del sacrificio de Cristo”.
Nadie quedó indiferente: críticos, clérigos y devotos de distintas religiones. Para bien o para mal, todos tenían algo que decir.
Y con tanta polémica, el público de todo el mundo se volcó en masas a verla. Su recaudación en taquilla fue de poco menos de 612 millones de dólares.
La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda. (1999)
En este relato, los acontecimientos históricos no son el texto, sino que sirven como contexto.
La relación entre un tímido estudiante de primaria y su maestro es el vehículo de la narración. Se trata de mostrar como cambió la vida en un pequeño pueblo de Galicia, después de la sublevación militar del 18 de julio de 1936.
Dunkerque, de Christopher Nolan. (2017)
Distintas perspectivas son frecuentes dentro de los circuitos cinematográficos.
Christopher Nolan ofrece una mirada desde los soldados del ejército británico que quedaron atrapados en Dunkerque, en el momento en que la ofensiva nazi invadió Francia.
Una de las operaciones militares más celebradas de la historia, sirve de base a una de las mejores películas de 2017.
Descifrando el enigma, de Marton Tyldum. (2014)
Retrata el trabajo del matemático británico Alan Turning, en el descifrado de los códigos generados por la Máquina Enigma. Este dispositivo se usó por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
A medio camino entre un drama bélico-histórico y un filme biográfico, sin apartar la vista de los prejuicios morales en torno a la homosexualidad.
Bravehearth, de Mel Gibson (1995)
Mel Gibson repite en nuestra lista, esta vez con un filme que retrata la vida de William Wallace. Un personaje con un papel activo en la Primera Guerra de Independencia de Escocia.
Fue aclamada por la crítica y público, aunque no muy apreciada dentro de los círculos de historiadores escoceses por “algunas inexactitudes”.
Aunque ganó el Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director, varias de sus escenas figuran frecuentemente dentro de las listas de los peores errores en la historia del cine.
Salvar al soldado Ryan, de Steven Spielberg (1998)
El director de La Lista de Schindler también repite. Se trata de una de las películas bélicas más realistas de la historia. Los primeros 27 minutos del metraje, donde se representa el asalto de las tropas aliadas en la playa de Omaha en la Francia ocupada, son realmente destacables.
El argumento central de la historia es totalmente ficticio. Sin embargo, el trabajo de Spielberg tras las cámaras y la interpretación de Tom Hanks, sostienen toda la película.
Fuentes imágenes: Acceso Directo / La Casa de EL / El Cine de Hollywood