La que llaman nueva sensación del pop internacional, Lady Gaga, ha demostrado que la estrategia de marketing que la rodea es más efectiva de lo que parecía. Con una imagen sacada de la tienda más hortera de los ochenta y una forma de ser muy estrafalaria, se ha convertido en el ojo de mira de todos los amantes del escándalo.
De todos es conocido que su tema «Just Dance«, canción electro-pop, ha llegado al número uno de las listas de éxitos en todo el mundo, dándole una fulgurante fama que muchos profetizaron que sería efímera. De momento, y a pesar de que a muchos nos le haga gracia, la rubia sigue en el candelero.
La compositora cuyo nombre real es Stefani Germanista, tiene 23 años, y se ha declarado abiertamente bisexual -por supuesto, para encender la llama de la controversia que gira en torno a su figura-, empezó con un look tipo chica cómic, que pudimos ver también a la consagrada Christina Aguilera; de ahí, las odiosas comparaciones que tanto ofendieron a Xtina.
Este es uno de los elementos claves para su rotundo éxito: sembrar conflicto en el mundillo musical. Publicidad gratuita y su nombre en boca de todos.
Es indudable que esta artista, de nariz operada (otra noticia que saltó a los tabloides amarillistas), tiene un disco bailable, divertido, cuyo segundo single «Poker Face» se ha posicionado en la lista Billboard, convirtiéndose en una de las pocas intérpretes femeninas -a parte de Mariah Carey y Christina Aguilera-, que coloca dos singles consecutivos en los primeros puestos de la lista.
En su tercer single, «Love Game«, besa sin pudor a una chica, aparte de mostrarse en actitud exageradamente sexual con dos hombres. ¿Qué más le queda por hacer?
Hasta la fecha, Lady Gaga sigue su exitosa carrera, suministrando noticias más que jugosas a los ávidos lectores de la polémica en el mundo del espectáculo.
¿Tú qué opinas?