La última legión, dirigida por Doug Lefler, es una película tan floja que debería haberse estrenado directamente en video y, si me tiras mucho de la lengua, incluso en TV porque ni la historia, ni sus efectos especiales valen para llegar a estrenarse en la gran pantalla.
La última legión, a pesar de contar en el reparto con los actores Colin Firth y Ben Kingsley es una película flojísima. Sus efectos especiales son penosos, los decorados igual, el guión mezcla unos tiempos históricos con otros y las interpretaciones de sus actores tampoco son brillantes.
La historia trata sobre el último emperador romano, un niño, al que una invasión de los Godos a Roma acaba con toda su familia y su guardia, excepto algunos valientes. Éstos salvarán al niño de la muerte llevándolo a Britania en busca de la 9ª legión. Pero antes de ir a Britania, los leales soldados romanos comandados por Colin salvarán al emperador de su encierro en una isla romana donde estaba escondida la espada forjada para Julio César que, en realidad, es la mítica espada Excalibur.
Vamos, una paparrochada. No perdáis el tiempo, a no ser que estéis muy aburridos.