Y os estaréis preguntando que coño es eso de AVP-R, pues no es otra cosa que Alien versus Predator: Requiem, o sea, la secuela de ese sacrilegio de cinta que era Alien versus Predator. Y es que se han ido cargando poco a poco el espíritu de las películas originales. El octavo pasajero es una maravilla rodada por Ridley Scott que tuvo dos secuelas bastante aceptables, de hecho a mí Aliens me sigue flipando cada vez que la veo, y la cuarta parte era correcta como mucho (a pesar de tener el guión de Joss Whedon). Y en el caso de Predator, McTiernan lo borda con la primera y la segunda es bastante más floja pero comparado con estos bodrios es una buena película.
Conclusión: mientrás haya una legión de veinteañeros (en los USA y fuera por supuesto) que, como bien dicen en Las Horas Perdidas, se hagan gayolas con cuatro escenas de los xenoformes dándose de hostias con los depredadores, los ejecutivos seguirán pagando a un tío que destroce el legado de aquellas grandes películas. Un minuto de silencio.