Castro gobernó Cuba durante más de 40 años, puso las bases a una revolución que todavía sigue, e impulsó un cambio ideológico que lo convirtió en una de las figuras más importantes de la política internacional del siglo XX.
La reciente noticia de su muerte ha provocado sentimientos muy contradictorios, de alegría en algunos casos, y de desesperación y desamparo en otros.
El final de la censura
Era el año 2012 cuando el Gobierno de Raúl Castro terminó con el veto que estaba impuesto es muchas emisoras cubanas a más de 50 artistas que habían sido críticos con el régimen.
En esta “lista negra” estaban algunos artistas muy conocidos, como es el caso de Celia Cruz, Bebo Valdés o Gloria Estefan.
Esta censura impidió que durante años se escuchara es la isla cubana todo lo que fuera crítico con el castrismo, cualquier canción o mensaje que se considerada perjudicial para la revolución.
El mismo Fidel que había sido muy crítico en el año 1963 con grupos de aquel rock and roll, asistió en el año 2001 a un concierto de los Manic Street Preachers. Y se le vio disfrutar.
En ese recital sonaría el tema ‘Baby Elian’, que la banda británIca dedicara al conflicto diplomático entre EEUU y Cuba.
Uno de sus fragmentos era: «No podéis comprar una nación, ni siquiera la mafia de Miami, seguimos un sendero luminoso, que nunca destruiréis”.
Los derechos de los músicos
Los derechos de escritores y artistas en Cuba se resumen en una sola frase: en lo que se ajustaran a la Revolución, todos los derechos. Fuera de ella o en contra: no hay derechos. Palabras del mismo Fidel.
Antes de Castro, Cuba era un gran centro de ocio en el Caribe, con las estrellas más importantes del panorama internacional actuando en salas de conciertos y teatros.
Con la operatividad que daba el puente aéreo, era muy sencillo actuar en Cuba y Estados Unidos el mismo día.
El uno de enero del año 1959 todo empezó a cambiar. Los conciertos eran sinónimo de casinos franquiciados de Estados Unidos, de sucursales del ron y la prostitución. Y había que eliminarlo.
Se cerraron salas de fiesta y cabarés en Santiago y en la Habana.
Llevar el pelo largo, escuchar música en inglés y vestir prendas vaqueras era buscar problemas. Ni el mismo jazz resistió la llegada de la revolución.
Y empezaron a salir los nombres más importantes de la música en la isla: Bebo Valdés, Celia Cruz, Olga Guillot, Rolando Laserie, Ernesto Lecuona fueron algunos de los primeros desertores del castrismo cultural.
El principio del cambio
A finales de siglo empezaron los primeros síntomas de cambio. En el año 1995, el grupo español Los Sabandeños, publicaría un disco. Este trabajo serviría de punto de encuentro entre las diferentes sensibilidades del panorama musical en toda América Latina.
En 1996 se produce un disco con músicos cubanos, africanos y angloamericanos. Nacería Buena Vista Social Club, y tendría la importancia de la reconciliación de generaciones jóvenes, con el patrimonio musical más tradicional.
También tuvo mucha repercusión la visita a la isla del papa Juan Pablo II en el año 1998. En ella, el pontífice pedía la apertura de Cuba el mundo, y sirvió para remover muchas conciencias.
A pesar de ello, todavía quedaría mucho por andar, la mentalidad inyectada por la revolución se resistía al cambio.
Silvio Rodríguez y Pablo Milanés
La figura de Fidel es la protagonista de muchas de las composiciones de Rodríguez. Su continua defensa del movimiento castrista le llevó incluso a enfrentarse con Pablo Milanés.
Recordemos que Milanés ha sido uno de los símbolos más importantes del movimiento de la Nueva Trova Cubana.
Críticas desde Miami
Las críticas más importantes hacia el régimen llegaban desde Miami. En Cuba se denomina “malecón y 90” a Miami.
Cuando en el año 2006 el mando de La Habana pasara a Raúl Castro, el cantante y productor cubano-americano Pitbull compuso una canción de protesta con el título de “Ya se acabó”.
Una parte de la letra de esta canción dice: «Ahora a empezar de nuevo, ojalá que se caiga el viejo. ¡Que se calle la boca! ¡Ya se acabó!».
Por otro lado, el rapero Osorbo cantaba (sin salir de la isla), “Por ti Señor”, en donde podíamos oír: «Por culpa suya mi nación se siente triste”.
En sus canciones, Osorbo suele hablar de la crueldad de Fidel y su opresión durante muchos años al pueblo cubano.
Willy Chirino
Este cubano de nacimiento huyó de la isla cuando todavía era un niño, junto a su familia. En la canción “Nuestro día viene llegando” cuenta todo lo que su familia tuvo que pasar en aquel trance.
Gloria Estefan, “Cuba Libre”
Entre las cantantes más conocidas en todo el mundo, de origen cubano, se encuentra ella. Su conocidísimo tema “Cuba Libre” expresa el deseo de volver a una isla de la que se marchó junto a su familia con poco más de un año de edad.
La letra de la canción lo expresa con toda claridad: “Quiero mi cuba libre, pa’ que la gente pueda, pa’ que mi gente pueda bailar. A veces no entiendo, lo mucho que extraño, que a pesar de los años, te sigo queriendo, sigo esperando”.
Luis Aguilé
Aguilé nació en Argentina, pero vivió muchos años en Cuba, donde consiguió un considerable éxito. Con los cambios políticos y económicos de Castro, se vio obligado a abandonar la isla.
Su canción “Cuando salí de cuba” ha traspasado todas las fronteras. En su letra escuchamos: “Cuando salí de Cuba, dejé mi vida dejé mi amor. Cuando salí de Cuba, dejé enterrado mi corazón”.
Carlos Puebla
Otra de las figuras de la historia de la música que abordó la figura de Castro, con temas como “Y en esto llegó Fidel”.
La letra también es significativa: «Aquí pensaban seguir tragando y tragando tierra sin sospechar que en la Sierra se alumbraba el porvenir. Y seguir de modo cruel la costumbre del delito hacer de Cuba un garito… y en eso llegó Fidel».
Admiración hacia el comandante
La banda de origen chileno “Quilapayún” expresaba su admiración hacia el artífice de la revolución cubana con el tema “un son para Cuba”,
Este tema dice: «La isla estaba oscura como el luto, pero izaron la luz como bandera, no tenían más armas que la aurora y ésta dormía aún bajo la tierra».