Finalmente, este viernes el director Roman Polanski saldrá en libertad de la cárcel de Suiza donde lleva dos meses detenido, tras pagar una fianza de 3 millones de euros.
Pero no quedará libre del todo, pues será trasladado al chalet que tiene el propio director en Suiza donde seguirá en arresto domiciliario hasta que los jueces decidan sobre la petición de extradición de EEUU. Además, será vigilado electrónicamente y, también, llevará una pulsera electrónica en el tobillo.
Polanski no podrá abandonar su propiedad, pero podrá recibir allí todas las visitas que quiera y hospedarlas si lo desea. Asimismo, podrá hacer llamadas telefónicas sin limitación alguna y mantener correspondencia electrónica, según ha confirmado la Oficina Federal de Justicia de Suiza.