La semana pasada os contaba acerca de la hemorragia en las cuerdas vocales que había sufrido el cantante británico Sam Smith durante uno de sus conciertos. Fue el propio cantante que anunció desde su cuenta de Instagram la cancelación de cuatro conciertos en Australia. El doctor le recomendó reposo tras esa hemorragia, pero diez días de reposo no fueron nada comparado con el kilo y medio de conciertos sin lonchear que Sam Smith se metió entre pecho y espalda en lo que llevamos de año: 37 ni más ni menos.
Al final -y no fue por meter mierda- la sospecha acabó siendo cierta y, lo que empezó siendo un reposo de diez días, acabarán siendo dos meses de baja con operación incluida. Las fechas canceladas de la gira de Sam Smith ya abarcan los meses de mayo y junio, lo que acaba por incluir su presentación en el Rock in Rio USA. Una noticia como esta nunca cae bien a nadie, sobre todo al que se acabará sometiendo a la operación: “Estoy muy triste de anunciar que he estado 10 días luchando para que mis cuerdas vocales mejoren, pero desafortunadamente no se han recuperado y voy a necesitar cirugía. Estoy muy fastidiado por tener que perderme estos conciertos”.
Ahora sólo queda que Sam Smith pase la operación, que se recupere rápido y que pueda volver a los escenarios con la misma fuerza que hasta ahora. Esperemos también que aprenda la lección de que el rollo «workaholic» también pasa factura.