Britney Spears termina los últimos detalles de su nuevo trabajo, «Glory», que será el número nueve y estará en las tiendas el próximo día 26 de agosto.
Entre los seguidores de la que se ha llamado sucesora de Madonna existe la sensación de que en este nuevo disco se repiten los errores del pasado.
Las expectativas están siendo muy altas, pero el lanzamiento del videoclipo de «Make Me…» no está consiguiendo ilusionar demasiado. Una vez más da la impresión de que Britney no es la sucesora del título de Princesa del Pop, como se ha dicho en diferentes foros.
Este tema con matices urbanos se está convirtiendo a pasos agigantados en una gran decepción. Una de las razones es que la versión final es muy diferente a la grabada en el estudio. ¿Por qué? Parece ser que un capricho, como ha ocurrido otras veces. La canción carece de pegada, de impacto, de lo que cabría esperar de alguien que aspira a la realiza del pop.
Britney parece haber encontrado en Las Vegas una fortaleza indestructible y todo lo que ocurra fuera de ella supone un esfuerzo extra y una sensación de peligro que no quiere asumir.
Recordemos que el tema de la promoción siempre ha supuesto incomodidades para Britney Spears. Lo último es la elección como portada de su álbum número nueve un fotograma del videoclip. Da la sensación de que la diva no tiene tiempo ni ganas para una buena sesión de fotos.
Sin embargo, aún hay esperanzas. Con este noveno álbum, «Glory», hay muchas ilusiones en su contenido, en sus nuevos temas. Es posible que «Glory» tenga ese toque personal que le dé el impulso que lleva tiempo necesitando en el panorama musical.
En su faceta personal también sigue decepcionando. Algunos de sus seguidores más fanáticos pagaron una gran cantidad de dinero por conocerla. ¿El resultado? Ella estuvo tres segundos con ellos y se limitó a decirles «gracias».