Esta talentosa artista estadounidense ha sido recientemente calificada como ‘una diva’, pero no precisamente en el buen sentido de la palabra: hubo quienes criticaron fervientemente el hecho de que cogiera un coche y conduciera sólo 14 metros, porque ‘no le apetecía’ caminar con tacones.
Beyoncé se estaba alojando en el Mandarin Oriental Hotel londinense, cuando de pronto decidió visitar una tienda de moda que queda en la acera de en frente: en vez de cruzar la calle, insistió en que tanto ella como su equipo y guardaespaldas cogieran un par de limusinas para llegar a su destino, que se encontraba a sólo ‘una vuelta en u’ de la entrada del hotel, todo para que pudiera apreciar lo que estaba en venta por espacio de 20 minutos.
“Beyoncé siempre ha sido una chica con los pies en la tierra, pero tiene ciertas reacciones que dejan a todos con la boca abierta. Parecía que se estaban preparando para un viaje largo, pero éste terminó tan pronto como empezó… hubiera sido mucho más rápido si sencillamente cruzaban la pista”, comentó un testigo.
Vía | The Daily Star