Fue el 7 de marzo de 1999 cuando éste gran artista del cine falleció, habiendo dejado tras de sí grandes, grandísimas obras, tales como «2001: Odisea del espacio», «La naranja mecánica», «Ojos bien cerrados», «Barry Lyndon«, entre muchos otros.
Siendo que para algunos Kubrik realizó sólo 13 largometrajes, yo lo considero como imbaluable en su importante trayectoria, y gran número de obras. Siendo que no cualquier director que hoy en día se preste de tener cerca de 10 films en su haber, puede jactarse de haber hecho a la perfección cada uno de ellos. Y es que Kubrik hizo arte en su más alto nivel en cada uno de sus films.
Kubrik fue uno de los pocos que logró un verdadero control total sobre sus obras, escribiendo, dirigiendo y editando cada uno de los films. Y ganando, en cada imagen lograda, en cada encuadre, en cada actor dirigido, un impacto, una originalidad y una innovación técnica que nadie ha podido igualar con el tiempo. Siendo hoy en día un director de culto, obtuvo 27 candidaturas al Óscar con sus films, cuatro de ellas como mejor director, consiguiendo en total 9 premios.
Muchos de los que trabajaron con él supieron calificarlo de racista, machista y huraño, pero su familia y amigos nunca dudaron a la hora de destacar su sentido de humor, y facilidad de trato. Siendo reticente al plano socialq ue su gran fama le otorgaba, se amparaba en su mal genio para evitar tener que dar entrevistas, o hacerse conocer por medios públicos. Sólo hacía películas, y sí se mostraba amante del jazz, el ajedrez y la fotografía.
Su primer largometraje fue «Fear and Desire«, en 1953, al que siguió «El beso del asesino«, en 1955. En el ´56 se dio a conocer con «Atraco perfecto«, comenzando a perfilar su estilo cinematográfico. Y llegó a ganarse el título de «director de culto» recién en el ´57, con «Senderos de gloria«, basado en una frase del poema de Thomas Grey, y protagonizado por Kirk Douglas.
«Espartaco» fue su siguiente proyecto, en 1960, llevando a cabo una verdadera superproducción, pero que no satisfajo sus propias espectativas. Tras su mudanza a Londres, realizó su primer film británico, «Lolita«, en el ´62, y basado en la mítica novela de navokov. Luego, en el ´64, estrenó su primera comedia, «Teléfono rojo: ¿volamos hacia Moscú?«. Los siguientes cuatro años fueron los más significativos de su carrera, siendo que Kubrik se mantuvo inmerso en el mundo del rodaje de un film que marcaría a la historia para siempre. «2001: Una odisea del espacio«, se estrenó en 1968, trayendo consigo la más vanguardista mirada sobre el futuro. Y para continuar con la polémica fama del director, realizó en 1971 otra grán adaptación, «La naranja mecánica«, que fue una marca en la historia de las innovaciones técnicas. «Una película es, o debería ser, más como música que como ficción. Debería ser una progresión de estados de ánimo y de sentimientos«, afirmó Kubrik al respecto de su película, y de la totalidad de sus carreras. Tras tal película, siguieron films de estéticas realmente muy diferentes, como fueron «Barry Lyndon«, en 1975, y «El Resplandor» en 1980. Tras éste film, Kubrik abrió un paréntesis de siete años en su carrera, para volver luego con «La Chaqueta Metálica«, y finalmente, en 1999, con «Ojos bien cerrados«.
Un director que se obsesionó limpiamente por la perfección técnica, así como por la extracción del plano simbólico y filosófico de los elementos y de las historias. Un director que pese a su muerte, podemos afirmar que pasó a la historia como uno de los más virtuosos guionistas, directores, musicalizadores y montajistas de la historia del cine.