Trabajando tanto como director, así como guionista, Tom McCarthy presentó en Madrid The Visitor, su último film.
La película es una producción independiente que cuenta con Richard Jenkins como protagonista, actor a quien ya hemos visto en A dos metros bajo tierra y Quémese después de leerse. La película se sujeta de la temática de la inmigración, y cuenta la historia de Walter, quien es un estancado y abúlico profesor universitario. El problema lo encuentra cuando regresa a su apartamento de Nueva York, y se da cuenta de que tiene viviendo en él, de manera ilegal, a Tarek, joven sirio, y a su novia Zainad, senegalesa, quienes fueron víctimas de una estafa inmobiliaria. Entre los tres se comienza a gestar, casi obligados, una relación de convivencia y de amistad, hasta que un día Tarek es capturado por inmigraciones, situación que es posible ver en su totalidad, comprendiendo así el tipo de trato que reciben los inmigrantes en norteamérica.
McCarthy, pese a sus nominaciones a los Oscar, los consideró como mero negocio, y se alegró con horgullo de su categoría de director independiente, situación que le otorga una libertad mayor a la de trabajar para los grandes estudios de Holywood. Y también habló sobre la situación de su país, en torno al tiempo de trabajo que le tomó concluir con éste proyecto. Y es que recién luego de 5 años pudo finalizarlo, tanto por haber tenido diversas ofertas de trabajo como actor, así como al respecto de las situaciones internas de su país, que lo embebían de constantes conflictos «emocionales», sobre el modo en que se pueden apreciar ciertos aspectos de la realidad.
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