Según se ha sabido, la cantante barbadense estaría intentando recuperar las joyas que perdió aquella noche en la que su novio, Chris Brown, le propinara la golpiza de la que todos nos enteramos por uno u otro medio.
El pasado martes, Rihanna se presentó ante la policía de Los Angeles y presentó una carta en la que les pide que regresen las alhajas confiscadas -como evidencia- en este caso.
Según se supo, el valor de los pendientes y 3 anillos ascendería a $1.4 millones.
La estrella de pop llevaba las joyas para la fiesta previa al Grammy ofrecida por Clive Davis el día 7 de febrero, justo antes de que ocurriera el incidente.
De acuerdo a la documentación recibida, las alhajas le fueron prestadas por cuatro compañías importantes que, como era de esperar, las han pedido de vuelta.
Vía | NME