“Música para este fin de siglo. Música hecha en Córdoba para penitentes de la centuria: La mística del sonido y el silencio de la luz envuelven como nunca la incógnita del futuro a despejar. Canciones que no hablan de amor, paz ni coca cola y sí de Dios, ceguera y desolación total (J.J., 08/06/1986)”.
Así empezaba diciendo la sección de espectáculos de un conocido diario cordobés aquel domingo 8 de junio de 1986. Cuatro talentosos jóvenes presentaban por ese entonces una maqueta que contenía seis temas y al escucharla, los más entendidos en la materia ya se atrevían a calificarlos de grupo revelación coincidiendo todos en una frase que hasta ahora es completamente acertada: “Esto no suena como si fuese de aquí”.
Jesús Astorga (voz), Jorge Luque (bajo), Manuel Carrillo (guitarra) y Fermín Gómez (batería), conformarían este mítico cuarteto decidido a hacer de su trabajo una verdadera obra maestra, y así sucedió.
El título de su único l.p. hace clara referencia a la dualidad temática que contienen las nueve canciones editadas: Unas parecieran basarse en desgarradores cuentos relatados con ingeniosa crudeza y otras resuenan con la fuerza de tempestades concebidas en el día a día, en sus vidas, en el corazón.
Así nace uno de los mejores trabajos alguna vez puesto a disposición de nuestros sentidos: Algunos Cuentos, Otras Tempestades…
Religión – cuando el rumor del viento