En la 66º edición del Festival Internacional de Venecia se han podido ver dos de las más esperadas producciones españolas de estos últimos meses del año.
Por un lado, la esperada secuela de REC, que arraca justo quince minutos después donde termina la primera parte. Y, la mayoría de las críticas han sido muy positivas, incluso algunas, dicen que es mejor que la primera parte.
Por otro lado, Daniel Monzón con Celda 211, nos mete de lleno en un drama carcelario donde un nuevo empleado, debuta en su primer día, con un motín carcelario. Así, para salvar su vida, deberá hacerse pasar por un recluso más.
Las críticas de esta producción carcelaria también han sido muy positivas, sobre todo, por la interpretación de Luis Tosar como «Malamadre», el reo más peligroso y con menos escrúpulos de la prisión.
Está claro que estas dos películas deberían reanimar la cuota del cine español de este año que está por debajo del 10% a la espera de estrenos tan importantes como Ágora, de Alejandro Amenábar, Spanish Movie, Gordos, Planet 51, etc.