Ojo no confundir con The Game, esa película de David Fincher que posiblemente sea de las más flojas de ese gran director. Aquí estamos ante la nueva película de los creadores de Crank, Mark Neveldine y Brian Taylor, ese despiporre que mete a Jason Statham en una cadena de hostias y tiros en la que no puede parar sino quiere morir. Aquí cambiamos a Statham por uno de los que empieza a ser de mis favoritos, Gerard Butler, el gran Leónidas en 300. Los televisivos Kyra Sedgwick (The Closer) y Michael C. Hall (Dexter) acompañan a Butler.
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