He de reconocer que llegué tarde, cuando conocí a Nada Surf ya llevaban más de una década en activo. Me consta, sin embargo, que ha sido tiempo más que suficiente para editar albumes que sin suponer una revolución en la historia del pop fueron marcando una carrera siempre ascendente en busca del santo grial de la melodía perfecta y el punch necesario para que un tema de tres minutos logre atraparte para siempre. Y vaya si lo consiguieron.
Es representativo que el grupo supo reponerse de su gran hit “Popular”, contenido en su debut en formato album “High/Low” (1996), porque pudieron acabar siendo fagocitados por ese mismo éxito como ocurrió a muchos grupos de su generación. Pero no es el caso, no, ellos siguieron a lo suyo, ese powerpop que ha ido mutando desde un tinte grunge a otro más detallista y emotivo. No lo llamen cursilería blanda, por favor, y a las pruebas (nuevo disco) me remito. Quizá “Lucky” (2008) pudo ocasionar un pequeño bajón, y muchos encendieron las alarmas con su disco de versiones “If I Had a Hi-Fi” (2010), pero no era necesario.
No esperen sorpresas en su flamante nuevo álbum “The Stars Are Indifferent To Astronomy”. Precioso título para un catálogo que remite a la quintaesencia de su fórmula, porque de eso va esta vez la historia, y por ello encontramos melodías elegantes y pegadizas, diálogos inspirados entre guitarras, y esta vez, también, logran dar un bofetón a toda esa gente que creía que se dirigían hacia la sensiblería más senil, ahí está el corte inicial “Clear Eye Clouded Mind”, la ascendente «No Snow On The Mountain» o la poderosa “Waiting For Something”, con tintes de himno, para corroborarlo. No hacía falta tanto derroche pero estos son Nada Surf, una banda de las de verdad, sin nada que esconder, sin nada que perder ni ganar y haciendo lo que mejor saben: canciones.