La presencia en Madrid de Paul MacCartney el pasado jueves 2 de junio nos ha recordado a todos la genialidad musical que recibimos de los Beatles. Sin ellos nada hubiera sido lo mismo.
La pasión con que los asistentes al estadio Vicente Calderón vivieron este concierto se vio reflejada en un público entregado, con la duda de si será la última oportunidad de escucharle en directo en España.
Paul MacCartney está ya cerca de los 74 años y sigue estando en el panorama musical, aunque no son frecuentes sus visitas por España, al contrario que los Rolling Stones o Bruce Springsteen, lo que ocasiona que estos concentren un mayor número de forofos entre los fans españoles.
El concierto comenzó con «One on One», seguida de otro gran tema, «A Hard Day’s Night», y es que esta última lleva su firma junto con la de Lennon, no se trata de una imitación. Tras estas, un espectáculo a la altura, con un repertorio enorme, espectaculares efectos luminosos al fondo del decorado para alumbrar los momentos más intensos, e incluso láseres y fuegos artificiales con «Live and let die».
El espectáculo continuó combinando canciones de los Beatles con los de los Wings y las de su etapa en solitario, alternanando del bajo al piano y a la guitarra acústisca. Pero sobre todo se centra en las composiciones de los Fab Four, sabedor de que es su gran cofre del tesoro. Hubo fragmentos donde la totalidad del aforo se emociona y corea, y otros para escuchar cantando entre susurros y, si es posbile, muy pegado a la pareja, como es el caso de «And I Love Her» o «Yesterday», en una versión diferente.
Entre tema y tema no faltó el buen humor. Un ejemplo de ello es cuando Paul se quitó la chaqueta y dijo que era el único cambio de ropa que iba a hacer. En realidad MacCartney aún coserva matices juveniles,con pantalones vaqueros y camisa blanca.
Imprescindibles las referencias a Lennon, George Harrison y a su mujer Linda, ya fallecida, con el tema «Maybe I´m Amazed».