La diva estadounidense fue uno de los ‘grandes nombres’ anunciados para cantar en el emotivo evento, realizado en el Staples Center de la ciudad de Los Angeles: el tema que interpretó fue el inolvidable “I’ll be there” de los Jackson 5, del cual hiciera una exitosa versión allá por el año 1992.
Con lágrimas en los ojos, los asistentes y millones de personas que miraban el evento en todo el mundo fueron testigos de cómo luchaba Mariah Carey para no dejar que sus emociones afloraran, y le impidieran mantener su voz durante su performance, que terminó en un dueto junto al cantante de R&B Trey Lorenz.
Al día siguiente, Mariah hablaba de lo sucedido vía Twitter…
“Aún me estoy recuperando… todavía estoy desbordada por la tristeza mientras escucho el tributo que le hacen todas las radios a Michael.
Cantar el día de hoy ha sido imposible para mí. Apenas podía dejar de llorar. Siento no haber sido capaz de mantenerme firme y cantar bien, pero me quedé en shock cuando le vi ahí… frente a mí”…
“Pero de algo estoy segura… nunca le diremos adiós a Michael Jackson. su legado vivirá a través de su música y de los millones de personas a las que inspiró… vivirá por siempre en nuestros corazones”.
Vía | Mariah Carey