Kim Ki-duk es todo un prodigio del cine no solo en Asia sino en todo el mundo.
En la última década se ha consolidado como uno de los nuevos maestros del cine, pero ya desde sus inicios comenzó a demostrar un talento sobrenatural por el séptimo arte.Kim Ki-duk comenzó tarde en el mundo del cine, debido a que no había pisado un cine hasta pasado los treinta años.
Según sus propias palabras, dos de las primeras películas que vio, en París, le marcaron mucho, «El silencio de los corderos» de Jonathan Demme y «Les Amants de Pont- Neuf» de Leos Carax.
En 1993 se presento a varios concursos de guion, obteniendo el premio mayor del Instituto Nacional del Guion de Corea del Sur por su obra «Un pintor y un criminal condenado a muerte». Un año más tarde consigue la tercera plaza del concurso organizado por el KOFIC con «Doble exposición», y al año siguiente el premio mayor del KOFIC por «Cruce imprudente». Ninguno de estos guiones se llegó a rodar nunca.
En 1996 debuta en la dirección con el filme «Crocodile» con tan solo 36 años, pero lo que aún es más sorprendente, tan solo cuatro años después de haber pisado un cine por primera vez.
Al siguiente año rueda su siguiente cinta «Animales salvajes». Aunque estas dos primeras películas de Ki-duk eran buenas, con la tercera, «The Birdcage Inn» dio un gran salto de calidad.
Tres buenas películas las que nos ofrecía el director sur-coreano en la década de los 90, pero lo mejor del cineasta todavía estaba por llegar.
Más información | Maestros del cine: Kim Ki-duk (Inicios y años 90)
Fuente | Wikipedia
Fotos | taller-criticadecine.blogspot.com mubi.com