Se inicia este «Hurry Up, We’re Dreaming» con “Intro”, una colaboración con Nika Roza – alias Zola Jesus – con ese sonido envolvente o esos coros de ultratumba y ya sabes que este disco es caballo ganador. Dice Anthony Gonzalez, francés de 30 años y con cinco albumes ya a sus espaldas bajo este nombre artístico, que buscaba hacer “algo ecléctico, muy dinámico, grande, épico, pero también emocional, nostálgico” y desde luego que lo ha conseguido. 22 temas – algunos de ellos son realmente interludios – distribuidos en dos albumes de once piezas que según su autor se corresponden con el sueño de un chico y una chica respectivamente y las canciones de ambos estarían conectadas.
Lo que está claro es que estamos ante su mejor álbum aunque no olvidemos que su anterior y fantástico álbum “Saturdays = Youth” ya apuntaba maneras. El número de aciertos en forma de singles potenciales es abultado, ahí tenemos el single “Midnight City” (canción del año para Pitchfork), temazo indiscutible con un regusto sintético ochentero, como en gran parte del abum donde sigue abordando ese shoegazing marca de la casa, y en el que se muestra totalmente sin prejuicios al incorporar el saxofón en su recta final. Iguales de épicas suenan los temas más logrados “Reunion”, “Claudia Lewis”, “New Maps”, “OK Pal” o “Steve McQueen”.
Pero sin duda alguna de toda la amalgama de baladas infinitas o temas vigorizantes destacaría, además del susodicho single, dos temas que escapan a cualquier adjetivo, por un lado estaría “Raconte- Moi Une Histoire” tema que empieza con tintes krautrock y en el que una niña empieza a contar un cuento pero de repente todo se transforma en una pieza épica. Y también está la balada del año, “Wait”, “envia tus sueños a donde nadie los esconde” dice Gonzalez en un tema que va ganando en intensidad para acabar entre coros turbadores y orquestaciones como del fin del mundo, brutal.
«Midnight City»