El adjetivo ‘mítico’, y creo que se queda bastante corto, dicho para tratar de definir lo que más de 35 mil personas vivieron la noche del jueves pasado en el Estadio Nacional de la capital peruana, es el que la gran mayoría menciona cuando habla del concierto que ofrecieron los Iron Maiden.
La Dama de Hierro ofreció, sin lugar a dudas, el evento musical más importante en la historia de Lima y Bruce Dickinson quiso premiar la convocatoria y entrega del público prometiendo regresar, probablemente para la presentación del nuevo disco del grupo:
“Prometo que esta no será la última vez en Lima… hay más de treinta mil personas en el estadio… este es el concierto más grande que se haya visto”.
Entre el consumo de pisco peruano, la aparición de un Eddie gigantesco en el escenario y superando algunos problemas pirotécnicos, el legendario grupo inglés derrochó heavy metal por cada rincón del abarrotado recinto y ofreció un espectáculo de una calidad, que solamente se logra gracias a la experiencia y a los más de treinta años de seguir fieles a sus principios musicales.
Hasta donde se sabe, fue el segundo concierto más importante de su gira actual (en parámetros de convocatoria).
Esperamos que se repita pronto.
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