El cantante de Oasis y la intérprete de “22” coincidieron en la clase más alta del vuelo hacia Japón que ofrecía la compañía Virgin Atlantic, destino donde protagonizaron el festival Fuji Rocks (el pasado 24).
Ambas estrellas empezaron a beber mientras el avión despegaba y continuaron haciéndolo por horas, después de que éste aterrizó.
Se supo que los miembros de la tripulación intentaron calmarlos en repetidas ocasiones, pues no cesaban de armar jaleo, gritar y decir malas palabras…
“Les importaba un pepino el resto de pasajeros… fue como si estuvieran en un mundo que les pertenece. Ambos ya estaban ‘bastante avanzados’ cuando subieron a bordo… desde luego, todo indica que las reglas son flexibles cuando se trata de celebridades”, comentó un pasajero de la clase económica.
Cuando le preguntaron a Lily por este incidente, su respuesta fue la siguiente: “no tengo idea de qué estáis hablando”…
Vía | The Sun
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