Fausta padece una muy conocida enfermedad, llamada «teta asustada», una enfermedad que se transmite por la leche materna de las mujeres que fueron violadas o maltratadas durante la guerra del terrorismo del Sendero Luminoso en Perú. La guerra se terminó hace tiempo, pero Fausta vive recordándola a causa de su enfermedad, «la enfermedad del miedo», que le ha robado el alma. La muerte de su madre la pondrá en una situación extrema, teniendo que enfrentarse a sus miedos y al secreto que oculta con más recelo. Y es que se ha introducido una papa en la vagina, a modo de escudo, ya que sólo el asco detiene a los asquerosos. La película, de algún modo, cuenta la búsqueda de un florecer, un viaje del miedo a la libertad.
Ésta es la segunda película de la peruana Claudia Llosa, que actualmente vive en Barcelona. La primera fue «Madeinusa«. Y ésta última, «La teta asustada», será la única producción mayoritariamente española que competirá en la próxima Berlinale, dentro de la sección oficial.
La película, «aparte de hablar de la guerra y sus rezagos, (…)intenta explorar sobre la idea de la recuperación del autoestima como parte básica para proceso de curación», asegura la directora. Y afirma que su film tiene mucho de metafórico sobre la situación de Perú. «El proceso de Fausta se podría extrapolar al que vive el Perú después de una época oscura y difícil donde por décadas reinó el miedo, la violencia y la ignorancia. Pero donde aún perdura la sensación de querer cruzar los dedos esperando haber aprendido la lección. Y es que tal vez aún no la hemos aprendido».
El film cuenta con la misma protagonista que en «Madeinusa», Magaly Solier. «La teta asustada» fue apoyado por el World Cinema Found, iniciativa del Festival de Cine de Berlín y el Ministerio de Cultura de Alemania, para incentivar la producción de los países en vías de desarrollo, con 50.000 euros.