Si algo define al arte en su esencia, es la capacidad para producir en los espectadores una amplia gama de sensaciones y emociones. Es así como la música clásica de piano, y sobre todo sus composiciones, han trascendido hasta nuestros días.
Entre las composiciones de música clásica de piano, ejemplos de todo tipo. Hay piezas cargadas de alegría y tristeza, locura o pesar, obras que calan profundamente en el interior de quien las escucha.
Bach, Mozart o Beethoven, son nombres sinónimo de la mejor música clásica. Ellos eran, además de excelentes compositores orquestales, pianistas virtuosos. Otros como Chopin o Liszt optaron por especializarse en el instrumento creado por Bartolomeo Cristofori a inicios del siglo XVIII.
La música clásica de piano tiene propiedades relajantes genuinas, quizá como ningún otro género musical. Conciliar el sueño, desconectarse después de un largo día de trabajo, para acompañar una velada romántica y hasta para tranquilizar bebés. Los beneficios de los sonidos característicos de la música clásica de piano, son sumamente variados.
Los clásicos, entre los “clásicos”
Frederic Chopin. (1810-1849)
Uno de los virtuosos del piano clásico, quizá el emblema más reconocible del Romanticismo Musical. Su estilo de composición y su fuerza interpretativa han influenciado mucho en la mayoría de los pianistas modernos y contemporáneos. Sus piezas, llenas de texturas y colores, definen para muchos historiadores y teóricos musicales, las bases armónicas que marcaron todo el siglo XIX.
Dentro de su vasto repertorio, sus obras más emblemáticas son: Nocturno en mi Bemol, Opus 9, N° 2, Fantasía Improntu, Vals en La Menor (lento), El Vals de la Primavera y La Marcha Fúnebre.
Wolgang Amadeus Mozart. (1756-1893)
Considerado como el Maestro del Clasicismo, su obra incluye música sinfónica, de cámara, operística, coral y de piano. Y es que además de compositor imprescindible dentro de la historia musical, también fue reconocido en su tiempo por ser un connotado pianista. La influencia dentro de la música es tal, que hasta el mismísimo Beethoven se vio marcado por su legado.
Dentro de la (casi) inagotable obra de Mozart, destacan 27 conciertos para piano, en los que el cordófono moderno (en aquella época) estaba en el centro de todo, acompañado por una orquesta.
Franz Listz. (1811-1886)
Durante el siglo XIX, el nombre de este músico alemán fue sinónimo de habilidad frente al piano. Para la mayoría de los críticos de su época, tenía la técnica más depurada al momento al sentarse frente al instrumento de cuerdas percutidas.
Fue el precursor del concepto de poema sinfónico, cuya propuesta central era la de integrar en una sola obra a todas las artes (música, literatura, artes plásticas y artes escénicas). Gran parte de la obra de Listz se encuentra en sus conciertos para piano y orquesta. Entre sus composiciones para piano solo destaca la Sonata en Si menor.
Ludwing van Beethoven. (1770-1827)
El gran músico alemán (aunque gran parte de su carrera la desarrollaría en Viena). Se convirtió en uno de los artistas más universales de la historia, partícipe del esplendor del clasicismo y del nacimiento del Romanticismo Musical. Considerado también como el primer “artista musical independiente” de la historia, con absoluta libertad creativa para componer a su gusto. Fue este un privilegio con el que no contaron hombres de la taya de Bach o Mozart.
Aunque quizá lo más llamativo dentro de su repertorio sean sus imponentes sinfonías, sus obras para piano son patrimonio invaluable. “Para Elisa” es una pieza que casi toda persona ha escuchado al menos una vez en su vida, ya sea en una película, en un spot publicitario, en un programa de televisión. La Sonata para piano n° 14 Claro de Luna también es otra de sus muchas obras memorables.
Franz Schubert. (1797-1828)
Una muerte prematura (apenas a los 31 años) privó a la humanidad de disfrutar más de uno de los compositores del Romanticismo Musical por excelencia. Se le considera el continuador del estilo de Sonatas para piano impuesto por Beethoven. Sus Lieder, obras breves escritas para solista con acompañamiento de piano, son la antesala a la canción moderna.
Entre sus creaciones sobresalen “Fantasía del Caminante” y “Fantasía en Fa Menor”, esta última para ser tocada a cuatro manos.
Johannes Brahms. (1833-1897)
Está catalogado como el más conservador de los músicos románticos. Además, fue uno de los compositores y pianistas más virtuosos de su tiempo.
Entre sus composiciones destacan tres Sonatas Solo para piano, además de una buena selección de lieder para contralto. A la hora de dormir bebés, su “Canción de Cuna” es un clásico, en toda la extensión del término.
Johann Sebastian Bach. (1685-1750)
Su extensa obra para órgano y clavecín, instrumentos previos a la invención del piano, sobrepasa las 400 piezas, De ellas, la mayoría han sido incluidas en la música clásica de piano.
Con Bach, uno de los máximos representantes del Barroco, se inicia la transición hacia el Clasicismo. De esta forma, se sientan también las primeras bases del Romanticismo Musical.
Piotr Ilich Tchaikovski. (1840-1893)
Este artista ruso se dedicó a casi todas las artes a las que tuvo acceso. Connotado compositor, se interesó enormemente por el ballet, la literatura, la pedagogía y hasta la crítica musical. Ejerció también como coreógrafo, libretista y profesor de música.
Incomprendido en su momento, para algunos fue deliberadamente ignorado por los críticos y los músicos de su tiempo. Hoy en día es considerado como uno de los compositores más importantes del periodo clásico.
“El lago de los cisnes”, el ballet de “La bella durmiente”, “El Cascanueces” y la “fantasía de Romeo y Julieta” son ejemplos de lo más emblemático de su obra. Una parte importante de la historia de la música clásica de piano.
Este gran compositor ruso también es conocido por su obra para piano. Es el caso de sus conciertos para piano y orquesta n° 1 & 2.
Robert Schumann. (1810-1856)
En Alemania nació otro de los estandartes del Romanticismo Musical. Su obra, principalmente la compuesta para piano, encierra toda la carga emotiva de este periodo artístico: pasión, drama y alegría.
Combinó su trabajo musical con una vasta producción literaria, en la que explotó su interés por la crítica musical.
Su labor compositiva abarca música de cámara, de orquesta, conciertos, lieder, música coral y piano. En su música clásica de piano destaca su Toccata, pieza que el propio autor llegó a catalogar como “la más difícil que jamás se hubiera escrito”.
Fuentes imágenes: Turismo de Cantabria / YouTube