De sobra es conocido el efecto que la música produce sobre las personas. Son muchas las percepciones, muchos los estímulos. Para cada momento del día podemos elegir un tipo de música concreto.
La música para bebés tiene un buen número de beneficios asociados. Entre ellos, se trata de relajar y serenar, calmar y adormecer a los más pequeñitos de la casa.
El embarazo, el primer momento musical
Los expertos aseguran que este efecto beneficioso de la música en los bebés se verá favorecido en el caso de que la madre escuche durante el embarazo la misma música que luego le pondrá a su bebé una vez que nazca.
Desde el comienzo de la gestación, un bebé ya puede percibir las vibraciones sonoras. En el quinto mes de embarazo ya es consciente de los sonidos que provienen del cuerpo de la madre, de la voz y las voces de los que se encuentran cerca. Lo mismo ocurrirá con los sonidos del ambiente.
Pronto el bebé incluso será capaz de recordar sonidos y de reaccionar ante estímulos. Para ello debemos ayudarle y hay varias formas de hacerlo.
El efecto Mozart y la música para bebés
Desde hace tiempo es conocido el llamado “efecto Mozart” en lo que tiene que ver con la música para bebés. Para conseguir un buen desarrollo de los bebés se recomienda ponerles música clásica mientras juegan o realizan actividades y también mientras están cogiendo el sueño. Incluso una vez que se duerman, este tipo de música puede ayudarles a que el sueño sea de más calidad.
La música que nos ha legado el gran genio de todos los tiempos es tan sencilla, pura y a la vez tan misteriosa, que puede llegar a estimular las neuronas que están en crecimiento.
Un efecto calmante
A los adultos también nos influye mucho el tipo de música que escuchemos, para distintas actividades de nuestro día a día. No es lo mismo la música que utilizamos para viajar, para trabajar, para disfrutar de una reunión con amigos, para concentrarnos y estudiar, etc.
Con la música para bebés ocurre lo mismo. Está probado que este tipo de canciones de cuna tienen un efecto calmante sobre los bebés.
Algunos consejos para que la música para bebés se vaya integrando en su vida
- Poner música para enseñar al pequeño a dormir. Podemos utilizar canciones específicas, siempre las mismas, para que el niño se duerma. Todo ello con la habitación a oscuras.
- No es efectivo poner un disco o una canción al bebé a través de cualquier dispositivo, y abandonar la habitación. Es muy posible que, al terminar la música, el bebé se despierte y necesite de nuevo escuchar la música desde el principio.
- Cantar al bebé también será muy positivo. Da igual la calidad de la voz o la entonación. El niño no va a ser ningún jurado, agradecerá el esfuerzo y que le prestemos la atención adecuada.
- No solo hay que utilizar canciones de cuna. También hay otros momentos, como es el del juego del bebé. Muchas canciones pueden servir para hacer una especie de teatro infantil doméstico, gestos, sonrisas, etc., que harán las delicias del bebé.
- El niño puede hacer su propia música. Hay algunos instrumentos muy sencillos que el pequeño ya puede ir tocando, como es el caso de simples pianos, tambores, xilófonos, etc. El bebé tendrá sus preferencias y habrá que localizarlas. Seguramente un instrumento les hará más gracia que otro y preferirán tocar con él. No debemos insistir en que elijan el instrumento que a nosotros nos gusta.
Cuando el bebé ya no es tan bebé…
A medida que el niño vaya teniendo sus primeros meses, ya se podrá potenciar en él el gusto por la música:
- La estimulación musical poco a poco se irá complementando con el movimiento, con mímica, palmadas y baile, incitando al pequeño a que nos imite. La idea es transmitir una visión de la música como diversión.
- Poco a poco hay que enseñar a bebé a escuchar, llamando su atención sobre los diferentes sonidos que le rodean, como es el caso de un timbre, el teléfono, pájaros, perros, etc.
- Una excelente actividad es bailar con el bebé en brazos, mientras escuchamos música o a la vez que le cantamos.
- Para que se den cuenta de los patrones de la música, los niños deben empezar a escuchar canciones enteras, aunque sean cortas.
El tipo de música para bebés más adecuada
Hemos visto los beneficios de la música clásica. Sin embargo, no solo este tipo de música nos puede servir y le puede gustar al bebé. Hay otro tipo de canciones, bien sean de música pop, de merengue, incluso de salsa. Es importante, eso sí, que la música tenga una buena melodía y un ritmo lento.
Algunos estilos musicales más dinámicos, como es el caso del rap, el sonido trance, rock duro y heavy metal no son los más adecuados. En todos los casos, se trata de elegir sonidos armónicos y agradables, en lugar de otros fuertes.
A medida que los bebés van escuchando diferentes tipos de música ya aprenderán poco a poco a reconocerla y también a disfrutarla.
En lo que se refiere al tipo de canciones, son recomendables las de letras sencillas, que se asocian a contacto físico o lo promueven, entre el papá o la mamá con el bebé. También son buenas las canciones de animales que incluyen onomatopeyas, canciones con bailes y balanceos, etc.
La investigación sobre la clase de música que le gusta al niño puede ser muy divertida. Iremos eligiendo distintos tipos de música y veremos sus reacciones. Aunque al principio le agrade la música suave, puede ser que sus gustos vayan variando a medida que crezca.
Beneficios de la música en los niños
- La entonación de canciones con los bebés (incluso antes de que nazcan, como hemos visto), además de los posibles cambios a nivel fisiológico (respiración, digestión, metabolismo, tono muscular, actividad neuronal, etc.), contiene un componente afectivo importante. El bebé va estimulando su inteligencia emocional.
- A nivel psicológico, se van despertando emociones y sentimientos en el pequeño. También comienza a desarrollar un principio de capacidad para atender y concentrarse.
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