Ya nos pasó con Spotify. La gente se encariñó con un formato novedoso y por su propio funcionamiento casi ilimitado, los usuarios podían acceder a un extenso catálogo que se iba ampliando cada vez a un ritmo más veloz hasta que un día, con previo aviso eso sí, nos encontramos una nueva realidad. Ese accesorio al que nos habíamos acostumbrado y habíamos incorporado a nuestras vidas se limitaba a un número determinado de horas, existiendo la opción del pago.
Después de varios problemas legales de derechos que han implicado el cierre del site en Alemania (donde no se pueden ver vídeos musicales en Youtube, recordemos), Grooveshark tantea el modelo de pago entre sus usuarios. Según informan medios como Xanaka On, una ventana sorpresa ha aparecido a usuarios de Finlandia, Irlanda y Rusia, instándoles a realizar una donación de entre 2 y 4 dólares mensuales. El mensaje dice que nunca ha sido su intención ser un servicio de pago obligatorio, pero que posiblemente se vea obligado a recurrir a él para su subsistencia.
Grooveshark permite a los usuarios buscar y compartir música online. En las últimas semanas se ha acusado a sus ejecutivos de compartir ellos mismos archivos con usuarios. Lo cual ha sido el claro detonante, sea cierto o no, para que la plataforma esté también en el punto de mira. El cerco se estrecha y quizá la gratuidad y disfrute libre de la música tal y como la hemos abrazado en los últimos tiempos están siendo fagocitadas, ¿acierto o restricción exagerada?
Fuente: Jenesaispop