La carrera de la muerte, que se estrenó en España el pasado día 3 Octubre sin pena ni gloria, es un producto comercial, remake de la película de 1975 Death Race, para estar con los amigos y comerte unas palomitas porque aunque hables un rato con los colegas no te perderás de la historia de la película que es muy simple: hombre (Jason Statham), ex piloto de carreras, que va a la cárcel por un crimen que no ha cometido por un plan ideado por la jefa de la prisión para que sustituya a uno de los pilotos más famosos de la carrera de la muerte que se llama Frankestein y siempre va con una máscara.
Si digo en el titular que esta película parece un videojuego es porque al ser la carrera retransmitida por televisión le hacen una presentación estilo videojuego donde van presentando a cada piloto y coche que participará en la carrera y además la carrera tiene niveles o fases.
Además, al inicio de la película cuando sale la escena de la carrera donde el verdadero piloto Frankestein le dice a su copiloto: «aceite», «humo». Me recordó al mítico videojuego Spy Hunter que también usaba estas estrategias para acabar con sus enemigos.
En definitiva, un producto de Serie B que entretiene a ratos y gustará más a los fanáticos de los coches y de las carreras.