Kelly Osbourne salió de rehabilitación y ha dicho que si no ingresaba «se iba a morir«. Recordemos que la hija de Ozzy entró en enero en forma voluntaria a una clínica para combatir su adicción al alcohol y las drogas.
La chica que es cantante y también protagonizó el reality de su padre, le dijo ahora a la revista People que «sabía que si no pedía ayuda, podía morir... Ahora tengo una segunda oportunidad en mi vida y mi carrera, y quiero vivirla«.
Hace cinco años, Kelly también había ingresado en rehabilitación por sus problemas con el alcohol. Esperemos que ésta sea la segunda y última…
Vía | Angryape