El alma de Jethro Tull, Ian Anderson, lanzó en abril ‘Homo Erraticus‘, su octavo álbum en solitario, confesó que a sus 67 años no se arrepiente de nada de lo que ha hecho, salvo del nombre del grupo, lo cual «ha impedido» que la gente conozca su nombre. Anderson es el autor de casi todos los temas de Jethro Tull, por eso quiere que en los últimos años de su carrera la gente conozca su nombre y no el de «un agricultor del siglo XVIII que inventó la segadora», aseguró en una entrevista.
«Debería ir a la cárcel por robarle la identidad», bromeó el cantante, compositor, flautista y guitarrista escocés, que se presentaba esta semana en distintas ciudades de España y rememora los grandes éxitos de Jethro Tull, banda creada en 1967 y que seguirá «existiendo», mientras él viva, porque Jethro Tull, afirma, es él y los músicos con los que él toque, que fueron un total de 28 diferentes a lo largo de sus 45 años de carrera, en los que ha sacado 30 álbumes, entre ellos ‘Aqualung’ o ‘Thick as a Brick’, que obtuvieron un rotundo éxito en la primera mitad de los años setenta.
A lo largo de su historia, la banda ha transitado por el jazz, el «blues», el folk, el «art rock», la electrónica e incluso el «heavy metal», pero Anderson describe su música como «rock progresivo», porque se aleja del «rock tradicional americano» y acoge formas más «eclécticas», con influencias de la música clásica, el folk, el jazz y la música étnica.
«Mi música va dirigida a gente que le gusta lo inusual, a gente que está aburrida de música lineal, con letras complejas y detalladas».
El artista piensa que su música es única y se considera un «privilegiado», porque en cuatro décadas «no ha surgido ninguna otra banda de rock que tenga un flautista internacionalmente conocido. «Tengo mi sitio en el mundo», definió. Para él, el éxito de la banda se mantiene por su «calidad», ya que tocar la flauta es algo «difícil» y requiere de una gran técnica.
Vía | EFE