Exodus está cumpliendo una de las expectativas que toda producción querría para sí, que todo el mundo hable de ella. Si hace poco muchos expertos tildaron a esta película como un producto sin ningún rigor histórico, ahora le llega el turno a la censura.
Los gobiernos de Marruecos y de Egipto han anunciado la prohibición de proyectar Exodus en los cines a las pocas horas antes de su estreno. En el caso de Marruecos, el director de un cine de Casablanca había recibido diferentes amenazas del Centro Cinematográfico Marroquí.
El Ministerio de Cultura de Egipto ha dejado claro que su decisión es debido a que la película no tiene ni pies ni cabeza y hay muchísimas contradicciones tanto históricas como religiosas. El director de la Oficina de Censura, Abdul Sattara Fazi, fue tajante, “nosotros no tenemos que consultar a nadie, por eso la hemos censurado directamente”.
Están molestos por presentar a Moisés como un general y no como un profeta o porque en la película la famosa división de las aguas fue provocada por un terremoto y no por un milagro o incluso que se presente a los esclavos judíos como los trabajadores que contribuyeron a la construcción de las pirámides a pesar de que se haya demostrado que las construcciones se realizasen siglos antes.
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