Entrevista a Claudia Llosa, directora de La Teta Asustada

Diego Lerer, crítico cinematográfico del diario Clarín, entrevistó desde Barcelona a Claudia Llosa, directora de La teta asustada, cinta peruana que ganó el Oso de Oro en el último festival de cine de Berlín.

La Teta Asustada es la segunda película de Llosa, que intenta apuntalar el cine de su país. La joven cineasta habló del reconocimiento y del cariño con el que fue recibida al llegar a Lima: «Fue una acogida calurosa, una locura. La gente estaba movilizada, todos han sentido el premio como algo muy suyo. Para la gente fue una alegría en esta época tan difícil».

La película de Claudia Llosa es un éxito en su país, siendo que está primera hace 5 semanas, llevando más espectadores que los tanques de Hollywood como Watchmen o Gran Torino.

La Teta Asustada narra la vida de una mujer indígena, hija de una madre violada en los tiempos de la guerrilla de Sendero Luminoso. Según dicen los especialistas, esas víctimas, que fueron decenas, adquirieron un síndrome llamado teta asustada, que provoca que sus niños crezcan «sin alma«, temerosos, enfermizos, traumatizados.

La entrevista con Claudia Llosa, a continuación:

¿Esperás que el premio en Berlín sirva para que crezca el cine en el Perú?
Espero que si, aunque es muy pronto para saberlo. El desarrollo de la industria depende de mayor ayuda e inversión. Se ha incrementado la participación del Estado en el cine, pero todavía faltan más recursos. Espero que eso suceda, que se reconozca la fuerza del cine y la magnitud de lo que puede lograr una película de una manera tan rápida, cómo coloca tu país en boca de todos. Ahora se produce el doble de proyectos que el año anterior, pero no sólo por este premio. Hay una larga fila de películas que nos han abierto el camino, pero es importante el reconocimiento de un festival como Berlín.
¿Qué es lo que más te comenta la gente, lo que más les impacta?
Van variando las reacciones. La gente se conmueve con la performance de Magaly, disfruta esa dualidad entre la risa y el llanto que tiene la película, agradece eso. Y se habla mucho de la atmósfera, eso que se siente en Lima. Se siente agradecimiento, una cosa positiva, mucho amor.
Si tuvieras que resumir de qué habla la película respecto del Perú, ¿qué dirías?
Intenta hablar de la complejidad del país, de la coexistencia y el distanciamiento entre la capital y el mundo andino y cómo es difícil la convivencia de estos universos. Plantea que, más allá de los porqué, la clave es la comunicación, mirarnos cara a cara. Es un proceso de construcción de autoestima. Tenemos que reforzar la mirada hacia nosotros mismos. La película alienta a la comunicación, a la mixtura e intenta rechazar lo endogámico, lo encerrado en sí mismo.
Viviendo en España, ¿cómo sentís la situación cada vez que volvés a Lima?
Hay cosas que mejorar, pero a la vez se está sintiendo un nuevo comienzo, algo incipiente. Reflejo de eso es como Magaly se ha transformado en ícono. Pero falta muchisímo aún.

Fuente: Clarín