Después de pasar casi 10 meses en una misma casa de Suiza por arresto domiciliario, el director Roman Polanski ha sido dejado libre y, según la prensa especializada, podría estar en su piso de París.
La actriz Emmanuelle Seigner, esposa de Polanski, ha mostrado su felicidad al conocer la noticia: “Ha acabado una pesadilla para mis hijos y para mí que ha durado más de nueve meses”.
Sin embargo, Estados Unidos sigue firme en su idea de juzgar al director por un caso de violación a una menor hace más de 30 años.
De esta manera, el director seguirá sin poder entrar en territorio americano, si no quiere pasar una larga temporada a la sombra.