Parece que, finalmente, después de echarse para atrás dos veces, el divorcio entre Sean Penn y Robin Wright será definitivo porque, según declaraciones de ella, «He llegado a un momento decisivo», «Sé qué es lo que no quiero».
Así, pues, si esta vez es la refinitiva, los dos actores se separarán después de 12 años casados pues contrajeron matrimonio en 1996 aunque empezaron su relación sentimental en 1989 durante el rodaje de El clan de los irlandeses.
De todas maneras, según informa la prensa americana, el divorcio está para los dos por lo que no habrá ningún tipo de problema en su separación pues han acordado la custodia compartida de su hijo menor Hopper y el reparto de todos sus bienes.
La carrera de Robin Wright está un poco aletargada pues su último éxito fue aparecer en la oscarizada Forrest Gump mientras su marido Sean Penn es uno de los mejores actores de Hollywood y sus dos Oscars al mejor actor lo atestiguan.