La esperadísima tercera parte de una de las trilogías más añoradas por chicos, grandes y mujeres, llegó por fin a los cine, aunque al parecer esta no es la conclusión de las aventuras de Jack, Will y Elizabeth, los tres personajes icónicos de Piratas del Caribe.
Esta tercera entrega, denominada sabiamente «Pirates of the Caribbean: At World’s End», o para nosotros «Piratas del Caribe: En el fin del mundo», es más que nada la continuación de la historia que comenzó en el 2003 con «La maldición del Perla Negra» y que luego siguió con «El cofre del hombre muerto» en el 2006, aunque es la menos transitoria de las tres.
La película está llena de buenos efectos, de ese particular humor entre lo grotesco y lo increíble, que ha caracterizado a las cintas anteriores. Teniendo elementos de fácil entendimiento para los niños y chistes más elaborados, para los más grandecitos.
El viaje en esta ocasión, nos lleva a más parajes que el Caribe, dejándonos visualmente satisfechos a los no «piratasdelcaribefans», sobretodo cuando se les ve navegar sobre hielo o en aguas tan cristalinas como el mismo cielo.
En cuanto a contenido, el filme sigue siendo absurdo, y dependiente de las dos entregas anteriores. Hay muchos detalles que si uno no estuvo atento a las dos primeras partes, no sabrá como identificar en esta entrega, que se llega hasta develar la verdadera historia tras Davy Jones, ese extraño pirata con cara de pulpo.
En esta ocasión me parece que se glorifica al personaje de Elizabeth Swann (Keira Knightley), a quien se le convierte en Pirata-Capitana-Reina, y es quien organiza a la tropa para ir tras el amor de su vida.
Johnny Depp, que parece nunca haberse desecho de su personaje, también resulta bastante aceptable.
Resulta interesante la aparición del actor Yun-Fat Chow, el de «Ana y el Rey» y «El Tigre y el Dragón», más no me parece tanto que la de Keith Richards, el guitarrista de la legendaria banda Rolling Stones, al que se usó más como icono. Creo que se le puso sacar mejor provecho en la historia.
Sobre este músico, la agencia internacional de noticias Ansa, señaló que se quedó dormido durante el estreno mundial de la película en Los Angeles.
El resto de las actuaciones, pues pasables. Los efectos especiales, muy buenos. La trama complicada y muy elaborada. Película: entretenida.
Mi recomendación: Si no has visto las anteriores entregas, es mejor que pases por el videoclub antes de meterte a ver «Piratas del Caribe: En el fin del mundo».
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