El film «The Curious Case of Benjamin Button«, en primera instancia, me ha chocado, siendo que inicia igual que la nefasta película «Titanic«. Recurso demasiado usado en el cine norteamericano, el de contar una historia, por medio de otra que siempre está protagonizada por una viejecita a medio pasaje para el otro lado. Ella, protagonista avejentada, postrada en una cama de hospital junto a su hija, ve acercarse el final, a la vez que, en el afuera, hay, extrañamente, un huracán por arrasar con todo.
Ahora, la película no destaca por un virtuosismo estético, ni siquiera ético. Se plantea bajo una línea argumental que aplaudo con lágrimas en los ojos, sustentada por el excelente relato del escelente escritor Scott Fitzgerald. Mucho más se podría haber explotado al respecto de los variados recursos que sobre la mesa había para emplear. Me pareció poco jugada en varios aspectos. Pero, por otro lado, la considero bastante más humana de lo que podría. Algo muy íntimo se genera con los actores, que creo excede a las palabras.
El arte es algo que realmente está impecable, así como las actuaciones, principalmente de Cate Blanchet, una mujer a la cual le daría la vida por su talento y bellezas. Y es que deslumbra con una capacidad física de ser, que realmente lo deja a uno pasmado. Brad Pitt no está impactante, sino que está correcto en su papel, aunque podría haber dado más, si su director se lo hubiera solicitado. Creo que está perfecto, en relación con lo que la película apuesta sobre sí misma. Esperaba mucho, eso seguro. La temática es deslumbrante, innegable, pero no puedo decir que sea una película que habrá de pasar a la historia por su brillante despliegue. Creo que sólo es una película que está bastante bien.