La película española Un buen hombre, dirigida por Juan Martínez Moreno, ha sido una de las decenas de películas españolas que se han estrenado este año en nuestros cines y han pasado completamente desapercibidas.
Y, en este caso, no me extraña porque esta película no hay por donde cogerla. Ya sólo con ver la escena del primer crimen – ATENCIÓN SPOILER- viendo al asesino usando una paletilla de jardinería, cuyo peso es de unos 200 gramos, para matar a su mujer a golpes produce la risa del espectador pero, es más, el segundo asesinato ya sí que el culmen de la película, misma arma del crimen y con ella de un sólo golpe acaba con un hombre. – FIN DE SPOILER-.
A partir del asesinato, la película dejó de ser verosímil para mi y me fui imposible empatizar con los personajes: un esposo, con cara de haba, arrepentido de lo sucedido; un amigo, que lo proteje por bien propio y una esposa que no sabe qué está sucediendo.
Además, el personaje de Alberto Jiménez está metido con calzador provocando la escena menos creíble que he visto en cines desde hace mucho tiempo.
Nota Actualidad Cine: 2