No me extraña que la superproducción Enemigos Públicos, del director Michael Mann (Heat), sobre John Dillinger, uno de los ladrones de bancos más famosos de la historia, haya sido un semi fracaso porque la historia de amor entre el ladrón y su novia no hay por donde cogerla. Es menos creíble que el cuento de la Caperucita y el lobo.
Además, las interpretaciones de los personajes principales, Johnny Depp como John Dillinger y Christian Bale como el agente del recién creado FBI cuyo único objetivo es atrapar, vivo o muerto, al criminal más buscado en América de aquella época son realmente flojas, sobre todo, la de Bale.
El guión de Enemigos Públicos no hay por donde cogerlo y se podría resumir en historia de amor inverosímil entre el ladrón de bancos y una chica humilde, el juego del perro y el gato entre el ladrón y el agente del FBI y el icono en que se convirtió el ladrón en aquellos años, donde era visto casi como un héroe al robar bancos pero no el dinero de los clientes que en ellos había.
En resumidas cuentas, no perdáis los 140 minutos que dura la película en verla porque podréis ver otra película mejor que ésta hasta en la sobremesa de Antena3.
Nota Actualidad Cine: 4