Ayer volvieron a demostrarlo, una vez más. Los irlandeses The Cranberries demostraron ayer en el Festival Jardins Pedralbes por qué siguen siendo una banda mítica y de referencia en el pop internacional.
Los cinco músicos de la banda salieron al escenario del Festival Jardins Pedralves puntuales, a las diez. Daba comienzo una noche mágica, con la mejor música.
Cuando salió a escena Dolores O’Riordan, el público comenzó lo que sería una noche entregada, sobre todo cuando comenzaron a sonar los acordes de «Animal Instinct», «Wanted» y «Linger».
Aunque hemos conocido en los últimos tiempos algunas diferencias entre los miembros del grupo, todo parece superado. A partir del mejor pop y rock alternativo, su música tiene una gran aceptación en el publico en general. Para sus seguidores, es algo así como una filosofía de vida.
Cuando sonaron los primeros acordes de «Just My Imagination», toda la gente ya estaba en pie, saboreando cada acorde como si del último de la noche se tratara. Fue un show que contagió alegría a todos los presentes. Sus pegadizos estribillos, sus conocidas canciones y un repertorio lleno de mucha electricidad musical, arrancaron de las sillas incluso a aquellos que habían abonado casi 130 euros por entradas Premium.
Tras hora y media de repaso a su gran repertorio, con espacios para sus recientes trabajos, cerraron el concierto dejando a un público silbando y con ganas de mucho más. Uno de los grandes broches de oro de la noche, justo antes de los bises, fue su esperado «Zombie». Los asistentes corearon, gritaron y silbaron. Pero Cramberries ya habían acabado. Todos lo recordarán. Nunca los habían visto tan de cerca y seguramente pasará mucho tiempo antes de que vuelvan a hacerlo.
El Festival terminará el 12 de julio con el cantautor folk sueco José González. En su programación, casi una veintena de actuaciones de todos los géneros imaginables en un entorno privilegiado, como el del Palau Reial, entre las que destacan las de Charles Aznavour, Tom Jones, Juan Diego Flórez, The Lumineers, Joan Baez, M83 y Paolo Conte.