Filmada en digital, esta ópera prima canadiense, hablada en francés, nos deposita en esas películas con muchas pequeñas historias, que van desarrollándose paralelamente, hasta convergir en un momento dado,que es el punto de quiebre y el detonante del conflicto.
A L’Ouest de Pluton presenta a un grupo de jóvenes que comparten colegio y, para bien o mal, el mismo curso. La primera media hora es una suerte de casting donde se muestra las «preocupaciones» de cada uno, desde la impopular, que junta firma con alguna causa lejana, hasta el enamorado secreto, pasando por el grupo de skaters, siempre con sus tablas bajo el brazo (o los pies); las crueles populares; los músicos y los carilindos. En este sentido, la película recurre a estereotipos, pero lo hace con un tono creíble, sin remarcar bondad o maldad, y dejando sobre la superficie una amplia gama de grises.
La obra de esta pareja de debutantes, traza un agudo retrato adolescente, sin ningún tipo de discursos morales. Al respecto, muchos han remarcado las similitudes con la obra de Gus Van Sant, y si bien esas semejanzas existen, en A L’Ouest de Pluton la tragedia está ausente, y el debate que abre Elephant o Paranoid Park no creo que lo provoque este film. O en todo caso, la invitación a pensar el futuro y el abandono que padecen gran parte de las nuevas generaciones, es mucho más tibio.
Volviendo a la historia, todo lo que sucede se cuenta en una larga noche, después de que la fiesta organizada en la casa de Émilie (la impopular) se descontrole por completo y los compañeros de ésta roben un preciado retrato familiar. A partir de ese momento, el hermano mayor de Émilie buscará responsables y saldrá junto con su hermana a intentar recuperar el cuadro.
A lo largo de los 95 minutos que dura la cinta, los padres parecen están completamente desentendidos del mundo en el que se encuentran sus hijos; y cuando se asoman, los roles parecen invertirse, y los adolescentes parecen los adultos y los adultos, inexpertos adolescentes (la conversación en el hospital es la mayor evidencia en este punto).
A L’Ouest de Pluton respira una cierta sensibilidad, un humor elemental, pero divertido, y todo el reparto, dentro del rol que les tocó desempeñar, no desentonan en lo más mínimo.
En el reparto se encuentran Alexis Drolet, David Bouchard y Yoann Linteau. El guión y la producción corrieron a cargo de la misma dupla que dirigió, Henry Bernadet y Myriam Verreault.